Hummus
Cuando llega la primavera-verano me gusta hacer hummus porque es una comida muy nutritiva y fresca. Los vegetarianos solemos comer esta crema por su alto contenido proteico. La composición básica está compuesta por garbanzos y pasta de sésamo llamada tahina. Su origen procede de Egipto, allí se comía acompañado de tortas o pan. Cualquier persona que haya comido alguna vez en un restaurante árabe le habrán servido como acompañamiento hummus: Ellos son los reyes del hummus.
Los garbanzos son ricos en proteínas, en almidón y en lípidos, como así también nos aportan fibra y calorías. Las semillas de sésamo contienen una gran cantidad de proteínas, sus grasas son insaturadas (grasas buenas) y su contenido en lecitina las convierte en un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo. También contienen gran cantidad de calcio. El tahin lo podemos conseguir en cualquier herbolario.
La receta me la enseñó mi pareja y desde aquella entonces no he dejado de hacerla de esta forma. Es muy sencilla de hacer. Unas 8 horas antes de preparar el hummus hay que poner en remojo los garbanzos, generalmente los dejo por la noche para que se ablanden. Como es una crema para untar, no indico para cuántos comensales nos servirá esta receta. Dejo que ustedes la prueben y dependiendo de cuánto les guste el hummus es la cantidad que harán para la próxima vez.
Ingredientes
- 1 1/2 taza garbanzos
- 2 tazas de agua
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo no muy grande
- 1 limón
- 1 cucharada de tahin (pasta de sésamo)
- 1 pizca de comino en polvo
- Aceite de oliva al gusto
- Sal al gusto
- Pimentón al gusto
Preparación
Ya hemos dejado los garbanzos en remojo todo la noche. El siguiente paso es cocinarlos con el mismo agua que nos ha quedado y la cebolla (si han absorbido mucha agua le agregamos más cantidad para hervirlos). Durante 1 hora los dejamos cocinar a fuego lento, hasta que veamos que están más blandos. En un bol colocamos los garbanzos cocidos con la cebolla, el ajo, el tahin, el comino, el jugo del limón exprimido y la sal y le agregamos un poco de agua sobrante de la cocción y el aceite (estas cantidades de líquidos dependerán de cómo vamos hacer la crema, si será más acuosa o más espesa). Batimos toda la mezcla, si vemos que cuesta hacer la crema agregamos aceite. ¡OJO! Si ponemos mucha cantidad de líquido habrá que agregar más sal, sino nos saldrá muy soso. Ya está preparado, solo hay que ponerlo en un cuenco y sobre la primera capa esparcimos el pimentón. Y si le acompañamos con pan de pita… mejor aún.
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